Quiénes somos

Red Faisan

La Red de Fabricantes de Instrumentos Musicales de Santander Faisán -Red Faisán- se constituyó legalmente en el año 2015 (aunque sus miembros vienen trabajando colectivamente desde 2009), con el objeto de servir a la comunidad de la ciudad de Bucaramanga y su área metropolitana en cuanto a conservación de prácticas culturales, específicamente relacionadas con la luthería o fabricación, reparación, y mantenimiento de los instrumentos musicales de la región andina colombiana.

Reúne a un grupo de empresarios del principal núcleo productivo de instrumentos musicales de cuerda pulsada del país, promoviendo la capacidad de gestión de sus miembros, la promoción de mecanismos de intercambio, el trabajo colectivo y la innovación. Hace parte de la organización Luthiers Colombianos – constructores de música.

Nos caracterizamos por producir excelentes guitarras básicas o de iniciación para un segmento específico de mercado, comprendido por músicos principiantes y ciudadanos que quieren tener un primer acercamiento con el instrumento y la música.

A diferencia de los luthiers que fabrican sus instrumentos de forma artesanal, y que pueden invertir hasta 12 meses en construir una guitarra; los fabricantes santandereanos trabajan de forma semi-industrializada, dado que han vinculado a su quehacer y de forma paulatina, ciertas prácticas manufactureras y algunas máquinas que permiten modernizar y agilizar los procesos. Otro elemento importante de la labor de la gestión de la red es la incorporación de elementos de innovación. Es así como en el año 2015 se diseñó el prototipo de guitarra “Faisán”, bajo especificaciones de calidad y fabricación que todos los afiliados a la Red siguen. En el obtuvieron el reconocimiento de la Superintendencia de industria y comercio como marca colectiva y el sello de calidad “Hecho a mano” por el ICONTEC 1 . En esa misma dirección, desarrollaron un manual de procesos para la producción de guitarras.

Venta de guitarras en Colombia

Los instrumentos musicales no se pueden considerar solamente como productos de madera transformada. También son bienes con un alto contenido cultural, esto es, que además de su valor económico comportan un valor estético, histórico y social relevante como producto de la creatividad humana en cualquiera de sus manifestaciones.